viernes, 6 de marzo de 2009



Un dolor jamás dormido,
una gloria nunca cierta,
una llaga siempre abierta,
es amar sin ser querida.
Corazón que siempre fuiste
bendecido y adorado,
tú no sabes, ¡ay!, lo triste
de querer no siendo amada.
A la puerta del olvido
llama en vano el pecho herido:
Muda y sorda está la puerta;
que una llaga siempre abierta
es amar sin ser querido.

Te espero cuando la noche se haga día,suspiros de esperanzas ya perdidas.No creo que vengas, lo sé, sé que no vendrás.Sé que la distancia te hiere,sé que las noches son más frías,sé que ya no estás.

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